ACUCAR: En Asturias, espiar, mirar a escondidas.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Nepal. Día 4. Jiri-Bhandar

Nepal es un país sin apenas recursos cuya principal fuente de ingresos reside en el turismo extranjero, atraído por sus impresionantes montañas. Esto hace que muchas familias vivan casi en exclusiva y de forma directa del dinero que genera este turismo de temporada, en otoño y primavera, bien regentando pequeños Lodges o Tea Houses, bien  trabajando como guías o porteadores de trekking y escalada o ejerciendo de porteadores de mercancías. En este pequeño país carente de vías de comunicación, desde hace varios siglos todo se transporta por caminos, muchos de ellos complicados y la mayor parte del transporte se hace mediante porteadores, trenes de mulas o yaks. Estos caminos fueron creados por las gentes de los pueblos con el fin de poder comunicarse con las aldeas cercanas y realizar así negocios y trueques que facilitaran la vida de la zona. En la actualidad estos caminos además de realizar el mismo servicio que antaño, son recorridos por los niños que acuden a las escuelas situadas a varios km de sus casas, turistas de botas y mochila y porteadores de mercancías. Un porteador de mercancías, llega a cargar entre 70 y 100 Kg. de peso sobre su cuello y espalda, frente a los 20 kg que suele llevar un porteador de trekking. Los porteadores de mercancías, surten a los Lodges donde dormimos y comemos y a las pequeñas tiendas de los pueblos del agua que bebemos los turistas, de las cervezas, la carne, la pasta, el arroz, etc...aquí no llega el camión de Bimbo ni el helicóptero de Tulipán. El simple hecho de estar, comer y dormir, genera movimiento, comercio y un aumento de este tipo de duros trabajos, te guste o no te guste, seas más guay o menos guay que los demás.
Porteadores de mercancías en una zona subida.

Por lo general, para gente habituada a la montaña, muchas de las rutas de trekking nepalíes no son sitios para los que sea necesario llevar un guía y un porteador, pero tampoco tienes por qué dormir y comer en los Lodges, puedes tirar de tienda de campaña y comida para varios días. La decisión es personal. En nuestro caso pesó mas la recomendación que nos hicieron algunos amigos de, por un coste muy asumible, contratar guía y porteador locales, colaborando así en la creación de puestos de trabajo. Antes de cerrar el tema, nos interesamos por sus condiciones laborales, sueldos, comidas, etc, todo nos pareció correcto, y decidimos apostar por ello, procurando luego cuidarlos lo más posible durante todo el trekking.
Krishna y Uddhav, nuestros guía y porter durante el trekking, ambos de la región de Lantang.

Dicho esto y resumiendo, de trekking a Nepal puedes viajar de muy distintas formas, todas igual de válidas. Unos van en grupo, otros viajan solos, hay grupos acompañados por guías extranjeros, gente con guía local, otros con guía y porteador locales, gente que decide ir por libre, y otros que deciden decir que van por libre porque vende más de cara a la galería, pero van “atechándose” en el guía que llevan los demás, de estos hay menos...pero también hay.

¿Pero empiezas ya de una vez con el trekking o no? ¡Pesao!

14 de octubre de 2012. Para mi, acostumbrado a dormir unas 7 horas diarias, acostarme tan temprano como ayer hace que desde las cinco de la mañana esté revolviéndome en el saco, pero finalmente mi reloj marca las 6: 30 y comienza ese pí-pí-pí que tanto odio en otras ocasiones...¡Rock´n Roll! ¡Hoy por fin toca mochila y patear!, estamos impacientes. Unos scrambled eggs, black tea y listos para caminar. El día se presenta soleado y la temperatura es agradable, por lo que decidimos salir con la equipación de verano,  camiseta de manga corta, malla pirata y zapatillas. He traído conmigo el GPS para intentar grabar los tracks diarios y tener así distancias y desniveles acumulados al final de cada día, a ver que tal resulta la idea.
  
Salimos de Jiri (1.995 m) por el camino que conduce a Shivalaya, con una suave pendiente de algo más de 400 m, atravesando bosques, arroyos y alguna pequeña aldea. Los niños son una constante durante todo el camino, alegrándonos el trekking con sus sonrisas y amabilidad. Algunos de ellos, los más afortunados, se dirigen al colegio más cercano a su aldea recorriendo en muchos casos varios kilómetros para llegar.

Nuestro primer ascenso finaliza en un pequeño paso de aproximadamente 2.400 metros de altitud, desde el cual se intuye una intensa bajada hasta el fonde del valle, de algo más de 600 metros. Esta leve subida ha sido suficiente para que Keysi (en adelante Stoner), el guía contratado por Edu, haya dado muestras evidentes de flaqueza (esto traerá cola), por lo que éste decide dejarle atrás y acompañarnos. El sol continúa en lo alto y vamos bajando entre aldeas, bosques, bancales de cultivo, ríos, nuestro primer puente colgante...
 Pese a que no llevamos mucho tiempo caminando, ya empezamos a vislumbrar el duro papel de la mujer dentro de la sociedad rural nepalí, madre de sus hijos, señora de su casa y encargada de las labores agrícolas.

Situada junto al cruce de los rios Yelung y Khimti, encontramos la aldea de Shivalaya (1.800 m), puerta de entrada a Gaurishankar Conservation Area, un pueblo lleno de color donde la vida pasa ajena a la prima de riesgo y la gente no ha perdido la sonrisa pensando en el euribor. Aquí hay dos o tres Lodges dónde hacer un buen avituallamiento, por lo que gustosamente establecemos campamento para comer en la terraza de uno de ellos. Parece mentira pero son las 11:30 de la mañana y toca comer, así son las cosas en Nepal, una estupenda sopa de Noodles con vegetales y un Chappati, nos hacen recuperar fuerzas para el resto de la jornada.

Después de una larga parada para reponer hidratos y disparar unas cuantas fotos, reanudamos la marcha, por delante aún nos quedan 900 metros de subida y 500 más de bajada y las nubes comienzan a asomar entre las montañas.
Con el estomago lleno los primeros metros de subida, formados por una larga escalera de piedra, se hacen un poco duros, pero enseguida cogemos el tono y poco a poco, poniendo anécdotas y aventuras en común con Edu, y disfrutando de todo cuanto nos rodea, alcanzamos el pueblo de Deurali dónde una espesa niebla hace bajar la temperatura y nos recuerda que estamos por encima de los 2.700 m. Aquí encontramos a un porteador en el suelo, con un tobillo hinchado, es frustrante cuando ves una situación así y lo más que puedes hacer es abrir el botiquín y darle un puñado de sobres de ibuprofeno, ya que la asistencia médica brilla por su ausencia. El sistema médico nepalí es parecido al paripé hacia el que camina España, si tienes dinero, hay atención sanitaria, y si no lo tienes, no. Esto convierte Nepal, entre otras cosas, en un país con una tasa de mortalidad infantil de las más altas del mundo.
¿Sabéis cuando piensas “esto solo me pasa a mi?, pues al llegar al Deurali, descubrimos que se nos ha perdido el porter, Krishna intenta preocupado ponerse en contacto con él por teléfono pero no hay cobertura, por lo que decidimos pararnos y esperar durante un rato. Algo más de 20 minutos después, optamos por continuar despacio ya que el frío y la niebla nos está atenazando.
Durante la bajada, bajo un cielo cubierto y amenazador,  en cada intersección del camino Krishna va dibujando flechas indicadoras en el suelo para que Uddhav pueda orientarse. Y así con tranquilidad, llegamos a Bhandar, una aldea situada a unos 2.200 m, con un pequeño monasterio, en la que nos alojamos en el pintoresco Shobha Lodge.
Una ducha peculiar, una copiosa cena y una agradable y multitudinaria sobremesa, ponen el telón a este primer día de trekking, esto pinta bien, muy bien...por cierto que Uddhav apareció en el Lodge como 50 minutos más tarde que nosotros, todo se quedó en algo para contar...to be continued.


En algún punto entre Jiri y Shivalaya... si, si, ya lo sé, podría ser Asturias o la Selva de Irati, pero es Nepal...


Legumbres al sol...

La pandilla feliz



Primer puente colgante...enviamos a Rbkina a probar...por si acaso.

Tras el paso del monzón, muchas casas humildes tienen que ser revestidas de nuevo con barro.

El trabajo del campo parece ser en gran medida cosa de las mujeres.

Entrando a Shivalaya

¡El trabajo que me costó sacarle una foto a la pequeñaja!...Namasté

Rara noodles soup with veg.

No, no, no, si que se parece, pero no es él.


Shivalaya y el cruce de los dos rios, desde el camino que sube a Deurali.

Los Raptor de Rbkina negociando las escaleras que inician la subida a Deurali.

Si hubiera cogido en la mochila nos la habríamos traído.


Y mientras tanto el abuelo trabajando el bambú.

Edu, Krishna y Rbkina, preocupados por el paradero del Uddhav
Protegidos por la niebla llegamos a Bhandar.

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