Me despierto con una ligera sensación de que el cuerpo no
está al cien por cien, seguramente con unas décimas de fiebre provocadas por la
leve insolación de ayer, pero salir al frío de la mañana y observar el
impresionante paisaje revitaliza el cuerpo y la mente.
Tras el desayuno y unas risas, nos ponemos en marcha para
dar el rodeo de 12 km
al que nos obliga el puente derruido, en busca del siguiente paso sobre el
caudaloso río... Hacemos la parada pertinente en el puesto de control para que
de nuevo vean nuestros pasaportes y continuamos por una cómoda pista siguiendo
el curso del Sarydzhaz, envueltos por el verde paisaje y con las nevadas
montañas vigilando nuestros pasos.
|
Llegando al puesto fronterizo. |
Los primeros kilómetros los hacemos con gracia, pero tras
cruzar el puente comienza mi vía crucis particular. Con el sol en todo lo alto
apretando con fuerza, nos adentramos en el Mar
Dothraki, una inmensa planicie verde sin senderos marcados por la que
resulta bastante incómodo caminar, en la que no hay ni una triste sombra y los
únicos dueños y señores son los caballos salvajes. Y mientras nuestro Khalasar intenta orientarse en semejante
medio, el que aquí suscribe, lastrado por la fiebre, me arrastro más que camino
escoltado en todo momento por mis hermanos
de sangre que intentan evitar que me vaya al suelo. En estas lamentables
circunstancias y en un tiempo que se me hace interminable, conseguimos llegar
junto a un torrentoso Tyuz river, donde tras cruzar al otro lado hacemos un
alto para comer y recuperar fuerzas. Allí, con unos bastones y una capa, Raúl
me prepara una carpa digna del mismísimo Khal
Drogo, donde intento recuperarme con un poco de comida y un milagroso
ibuprofeno.
|
Como un auténtico Khal |
Reemprendemos la marcha con una evidente mejoría por mi
parte, siguiendo ahora el cauce del Dyuz, y la sonrisa vuelve a lucir en mi
cara, el infierno va quedando atrás…y así, estirando el día lo más posible,
llegamos a un impresionante paraje situado en un recodo del río, en el que
decidimos parar y montar el campamento, hemos perdido un día por el maldito
rodeo…
|
Campsite de lujo. |
Las últimas horas de luz las dedicamos a descansar y
perdernos en nuestros propios pensamientos contemplando el impresionante
paisaje del valle, la fiebre ha remitido, trigo sarraceno y ensalada para
cenar, ese característico color grisáceo de los ríos glaciares, ya van 5 días
sin ducharnos…to be continued
|
Aquí está el puesto fronterizo y la frontera con China tras aquellas montañas, si quieres lo entiendes y si no...también |
|
Fortificación. |
|
Alguna escondiéndose para mear y resulta que era un muñeco. |
|
Siguendo el curso del Sarydzhaz en busca del paso. |
|
El afluente. |
|
El puente bueno?? |
|
El Sarydzhaz no está hecho para cruzar a pié. |
|
La casa de la pradera. |
|
Entrando al desierto verde. |
|
El Mar Dothraki. |
|
Los únicos habitantes de la planicie. |
|
Jimma el Cooker...ese agua era puro hielo líquido. |
|
El rodeo pasó factura a más de un porter. |
|
De nuevo en marcha, ya con otra energía. |
|
Remontando el curso del Tyuz. |
|
Vista atrás por el valle. |
|
Los auténticos dueños del lugar |
|
Jor, cómprame un caballo!!! |
|
Rocks and river. |
|
Momentos en blanco y negro. |
|
El Momento ChillOut de Julen. |
|
Las vistas desde la habitación. |
|
Los vecinos heavys. |
|
Resting time |
No hay comentarios:
Publicar un comentario