Lunes 29 de octubre. La alarma del Suunto me saca de mis ensoñaciones y rápidamente percibo que algo ha cambiado, después de 3 noches por encima de los
5.000 m, descansar en Pangboche a
4.000 m resulta sencillo, el frío ha aflojado sus garras y ya no atenaza nuestros cuerpos, aunque tampoco nos ha abandonado. A las 7 y media, tras desayunar como si hubiéramos estado picando en la mina toda la noche, envueltos en varias capas abandonamos esta acogedora y pequeña aldea del valle del Khumbu. Hoy el día tiene un punto de interés especial, sabemos que al final de la jornada nos espera una ducha caliente en Namche…ya hemos perdido la cuenta de los días que llevamos sin ducharnos pero como todos vamos igual no hay conflictos sociales de higiene.
|
Despertares. |
El camino nos lleva en un cómodo descenso entre stupas y puentes, a la pequeña aldea de Deboche
3.820 m, donde como no podía ser de otra forma, nuestra senda cambia las tornas y comienza a ganar altura entre bosques de rododendros hasta llegar al primer pit stop del día, Tengboche,
3.860 m. Visitamos el impresionante monasterio, reconstruido tras el devastador incendio de 1989, donde presenciamos una interesantísima ceremonia de oración, durante la cual comprobamos al tener que entrar descalzos que nuestros calcetines había conocido tiempos mejores, sin ninguna duda. El monasterio se encuentra en plena ebullición ya que están montando los adornos para la luna llena de octubre-noviembre, que acoge la colorida fiesta de Mani Rimdu, con baile de máscaras y ópera tibetana en el patio del centro de culto. La proximidad de Namche y el reclamo turístico del monasterio convierten esta aldea, que presume de tener a Everest y Ama Dablam como telón de fondo, en punto de paso para muchos trekkers, occidentalizándola hasta el punto de que nuestras tripas lanzan un rugido ensordecedor al escuchar a Kirshna comentar que hay una
Bakery a unos pocos metros de distancia… después de tantos días de comidas montañeras no podemos resistir la tentación y, sentados al sol en unos bancos de madera dimos buena cuenta de un cafés, brownies, croasants, cinamon roll…a precio Five Avenue pero es lo que hay si te das esos caprichos a casi
4.000 m.
|
Inexcusable pit stop. |
Tras el almuercico, bajada five stars hasta cruzar el río en Phunky Tenga a 3.250 m, junto al cruce entre el Duhd Koshi y su afluente del Khumbu. ¿Qué toca después de bajar?, exacto, otra vez para arriba, larguísima subida vigilados de cerca por el Thamserku 6.608 m, hasta alcanzar un sinuoso falso llano a varios cientos de metros sobre el río, en el que no faltan puestos de vendedores frente a cada casa que encontramos, que enlaza con el camino que baja del valle de Gokyo y nos deja tras un largo caminar, de nuevo en Namche Bazar. Una soleada habitación haciendo esquina en el estupendo Lodge AmaDablam, un Dal Bhat para comer, una ducha caliente…¡¡pero si olemos bien y todo!!.
Por la tarde visitas obligadas a los mercadillos del pueblo para regatear un poco con los locales y a la cafetería a tomar un café…(vale, vale y un brownie también, si es que tenéis que saberlo todo jod..!!
Después de la cena, tuvimos la agradable sorpresa de ver que en Namche también celebran el festival de la luna llena en una especie de Halloween particular, donde grupos de niños truco o trato y mayores, recorrían el pueblo y entraban a los lodges a cantar y bailar, break dance por cierto, formando una entrañable y peculiar estampa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario