ACUCAR: En Asturias, espiar, mirar a escondidas.

miércoles, 16 de enero de 2013

Nepal. Día 12. Namche Bazar - Dole




Lunes 22 de octubre. Se ha acabado el resting day. Seis y media en pié, a las 7 empiezan a circular tortillas, pancakes, tes, tibetan bread, algún tazón de corn flakes y poco después de las 7 y media, pateando.
Primera etapa en altura, vamos a ver como responden cabeza y piernas. El día ha amanecido frío pero totalmente despejado y prevemos una etapa al sol, ya que según hemos visto en los mapas, el camino discurre por una media ladera de orientación este bastante abierta por lo que cabe esperar que Lorenzo nos acompañe hasta destino.
La jornada arranca en un cómodo ascenso compartiendo senda con la concurrida ruta principal hacia el Campo Base del Everest, pero poco después de Kyangjuma, con el altímetro señalando los 3.600 m de altitud, fieles al discurrir del cauce del Dudh Koshi, abandonamos dicha ruta y nos adentramos en el impresionante valle de Gokyo. Las vistas desde primera hora son impresionantes.
La Dama Blanca vigila nuestro caminar.
Alcanzamos los 4.000 m en una pequeña loma próxima a Mong, junto a una bonita stupa conmemorativa del nacimiento del Lama Sange Dorje, (podría haber escrito cualquier otro nombre que sonara raro y hubiera quedado igual de cultureta), un lugar ideal para darse un respiro y contemplar unas estupendas vistas de la entrada del valle, el encuentro entre el Dudh Koshi y sus afluentes del Khumbu, a lo lejos el monasterio de Tengboche, y en la ladera opuesta la peculiar aldea de Phortse, situada sobre una meseta colgada justo en el vértice del macizo que separa la entrada de los dos valles Gokyo y Khumbu.
Tras el ascenso de más de 600 m, como no podía ser de otra forma, toca descender unos 300 m para llegar a la pequeñísima aldea de Phortse Tenga, todo sea por comer. Un impresionante plato de pasta y unos deliciosos momos, aplacan nuestra hambre feroz y rellenan nuestros vacíos depósitos de carbohidratos, preparándolos para afrontar el resto del día…
Si habíamos bajado, tocaba subir…y bien, 300 m sin piedad que comienzan con un tramo de escaleras de los que te hacen recordar a Rocky Balboa en el Philadelphia Museum Art y con un sentimiento especial a la progenitora del promotor de la escalera.
Rbkina continúa devolviéndome una detrás de otra las palizas del Piri, a pesar del tobillo, está muy fuerte y gana metros con facilidad, mi proceso de aclimatación va un poco más lento y un ligero dolor de cabeza me está avisando de que tengo que bajar el ritmo, de todas formas tampoco tengo prisa…estoy de vacaciones…así que irremediablemente me quedo un poco rezagado disfrutando del hermoso paisaje y cantando viejas canciones…eras la niña de azul, en un colegio de monjas
Entre tema y tema de Los Suaves, veo el paisaje cambiar, la altitud hace de las suyas con la vegetación, y pese a algún sorprendente tramo de bosque de rododendros a casi 4.000 m, el monte bajo y la piedra van ganando terreno, el valle se torna cada vez más salvaje, más inhóspito….impresionantemente hermoso.
Llegamos a la diminuta aldea de Dole 4.038 m (por mucho que los mapas indiquen 4.200), nuestro destino de hoy, con el sol todavía alto sobre nuestras cabezas y buscamos refugio en el encantador Dole Resort…no os dejéis engañar por el nombre…y conseguimos una habitación orientada al sur, bañada todavía por los últimos rayos de sol que mantienen la estancia a una temperatura muy agradable.
No hay opción de ducha ya que a esta altitud no es muy recomendable, pues lo más fácil es que te cojas un catarro o algo peor, así que nos aseamos de aquella manera con unas toallitas y nos vamos al salón común, desde dónde vemos como el sol abandona Dole y el termómetro comienza a descender inevitablemente de forma vertiginosa, es hora de acercarse a la estufa, una pequeña merienda, grabar el diario, una partida de cartas…la cena a las seis y media, y la cama a las ocho, el salón común hace las veces de dormitorio para la familia que regenta el Lodge y fuera hace un frío horrible así que no hay opción…mañana continuaremos ascendiendo…to be continued.
Caminar con vistas al Everest...¿cómo explicarlo?


Stupa de Mong

Phortse, la aldea que preside la entrada a los dos valles.
Tan cerca y tan lejos


Con la lengua fuera.

La soleada senda a media ladera que recorre el valle hacia Phortse Tenga.
¿Serac o no serac?

Edu otea el horizonte en una pose propia del mismísimo Légolas hijo de Thranduil.


¿Pandébano?

Vista atrás hacía la entrada del valle de Gokyo

De punta en blanco

Rbkina Total III. Ritmo en la escalera.


Otoño en Nepal.

Fieles al Dudh Koshi



A mi ritmo



El momento de relajación...

Lo que se llama mirar "pa dentro"



Momos dos salsas
Tengo que hacer un poco el tonto donde quiera que voy....¡venga pa la cama!

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