ACUCAR: En Asturias, espiar, mirar a escondidas.

martes, 28 de octubre de 2014

Por las montañas de KIRGYZSTAN 5. De Djanalach Valley a Sary-Dzhaz River Valley.


9 de Julio de 2014. Frío, son las 6 y media de la mañana y hace un frío que pela. Las paredes de la tienda están rígidas debido al hielo y fuera descubrimos un impresionante cielo azul sobre 5 centímetros de nieve, esto no tiene precio.
Frio amanecer
Tras el ya habitual ritual de montar mochilas, desmontar tiendas y desayunar, iniciamos el día cruzando el pequeño río junto al que habíamos acampado. Caminando sobre el manto blanco, ascendemos suavemente hasta un collado desde el que podemos observar por primera vez la cordillera de Tian Shan, un espectáculo impresionante.
A contraluz.
Posado totalmente natural con la cordillera de Tian Shan de fondo.
El sol realiza su trabajo con la nieve caída la noche anterior, mientras nosotros iniciamos desde aquí un largo flanqueo para evitar perder mucha altura, durante el cual voy más preocupado de un ligero dolor de cabeza que de aplicarme crema solar, lo cual traería graves consecuencias.
Seguiremos a media ladera para alcanzar lo más alto posible, el fondo del valle que se abre a nuestros pies.

Buscando una zona con una calidad de agua decente realizamos la parada técnica para comer junto a uno de los múltiples arroyos que recorren Dzhanalach Valley, y como las provisiones van a menos, el menú también, si alguien piensa que una naranja no se puede repartir entre 7, se equivoca.
Lunch time, comer lo que se dice comer no, pero siempre teníamos sitio en la terraza junto al río.

Tras engañar a nuestros estómagos con el suculento menú, iniciamos bajo un imponente sol, la subida a Echkilitash Pass (3.723 m) siguiendo la línea del arroyo que nace en el mismo collado, regándolo de forma generosa. Las vistas desde el collado son increíbles, la zona de valles y montañas verdes en la que nos encontramos, se ve interrumpida por la enorme extensión que ocupa el valle glaciar de Sary Dzhaz, al otro lado impresionantes montañas cubiertas de nieve, hielo y enormes glaciares.
Rbkina en  Echkilitash Pass (3.723 m)

Iniciamos desde aquí un largo descenso por una enorme y amplia ladera, que cubierta de nieve puede ser una auténtica delicia, hasta llegar al largo y angosto Tuyuk Canyon que recorremos hasta el final sorteando en repetidas ocasiones el arroyo que lo atraviesa.
Bajando hacia Tuyuk Canyon

Llegamos de esta forma a orillas del caudaloso Sary Dzhaz que da nombre al valle y junto al cual montamos nuestro campamento para hoy. Esta zona está controlada por un puesto militar fronterizo, debido a la proximidad con China, y tenemos que presentar nuestros permisos y pasaportes. Así mismo es el punto de paso clave para cruzar al otro lado del río ya que aquí se encuentra el puente…¡error! el puente está retorcido y hundido en el agua, todos nos miramos cariacontecidos, comienzan rumores de intentar cruzar con caballos (demasiado peligroso con ese caudal) o dar un rodeo de 12 km hasta al siguiente puente, total 24 km ida y vuelta, lo que nos haría perder un día y daría al traste con nuestros planes de ascensión al Pesnya Abaya Peak, snif!.
Lavamos la ropa y mientras el sol se esconde tras las montañas y la temperatura desciende de forma vertiginosa unos leen tumbados sobre la hierba, otros simplemente descansan y yo me dedico a dibujar mentalmente líneas de descenso en las palas nevadas que veo al otro lado del valle, en entorno es de ensueño.
¿La pala perfecta?

Aprovechando la pista que lleva al puesto militar, nos han acercado provisiones, hoy cenaremos por todo lo alto…si, si, si...sopa con detodo y salchichón.

Noto cierta sensación de fiebre, creo que me he quemado y tengo algún síntoma de una leve insolación, ¿será el salchichón?…To be continued.



After breakfast.


Team.


Dibujo en blanco.

Al fondo y con forma de V se ve el collado que pasamos ayer y el largo valle que descendimos corriendo bajo la tormenta de granizo.

Caminando entre algodones.


Raúl y Rbkina con la goma de la careta.

Eva resting
Como en un chiste...¿qué hacen un asturiano, un navarro y un ruso en Kirguistan?


Zoom hacia la ventisca en Tian Shan.


No podían faltar los caballos.


Siguiendo el arroyo hacia el collado.

Nature.

Llegando a Echkilitash Pass


Goproselfie.

La ladera interminable, que alguno bajó marcha atrás.

Descenso al cañón.



Nenu far


Salpica y txapotea..

Pateando Tuyuk Canyon.

Entre las montañas y nosotros el  Valle del Sary-Dzhaz River

Neveru.

Las txicas llegando al hielo.


Prison Break.


El puente caído o el cuento de la buena pipa.

Hoteles con encanto.

Los Arteaga al sol.

Julen versión serie apocalíptica.

Cuña en blanco.


Silencio.








miércoles, 22 de octubre de 2014

Por las montañas de KIRGYZSTAN. 4 De Tyup Valley a Djanalach Valley.


8 de julio de 2014. Seis y media de la mañana, mientras el sol trata de superar el último largo tras las montañas para alcanzar un cielo totalmente despejado, encabezo el despertar del grupo espoleado por mi reloj biológico y las primeras luces. Tras un breve desayuno entorno al ya habitual hule de flores, nos preparamos para cruzar el río. Un baño de frías aguas procedentes del deshielo es una terapia genial para despejar el cuerpo y la mente a primera hora de la mañana, aunque mas de un@ se está arrepintiendo de no haber cruzado ayer…
Tratamiento revitalizante.

Continuamos la mañana ascendiendo hacia Ashu Ter Pass, un collado de 3.649 m. La subida comienza por un evidente sendero que recorre un barranco estrecho y verdoso, para luego abrirse a un amplio valle y ascender a media ladera por un marcado camino. La roca comienza a ganar protagonismo a medida que nos acercamos a las discretas trazas de nieve dejadas por la tormenta de ayer.
Lanzo un demarraje al grupo con la idea de grabar la llegada de todos al collado, mientras advierto como el cielo azul se va tornando un tanto más oscuro a medida que pasa la mañana, negros nubarrones nos acechan.
Nos dirigimos hacia el collado de la izquierda, Ashu Ter Pass 3.629 m

Tras reagruparnos y deleitarnos con las vistas del valle desde lo alto, comenzamos a descender hacia la otra vertiente, por un paisaje digno del rodaje del Señor de los Anillos con un río serpenteante, profundos barrancos y la oscuridad de Mordor sobre nuestras cabezas…dos truenos secos nos advierten para colocar cubremochilas y sacar la tercera capa. Arrecia el viento y la temperatura desciende bruscamente, para dar paso a una fuerte tormenta de granizo que golpea de forma ensordecedora sobre nuestras capuchas…a correr!! Bajamos en modo “Killian”, descartando cualquier tipo de parada para comer, hasta que al llegar al fondo del valle, como por arte de magia, la tormenta se detiene, aunque no sabemos por cuanto tiempo....se abrió un claro entre las nubes, hemos vuelto a ver el sol, como dos presos comunes en el tejado de una prisión
Esa belleza no trae nada bueno...

Cruzamos un pequeño arroyo y a la una y media de la tarde, exhaustos por la carrera y con más hambre que Carpanta, alcanzamos el cruce de ríos junto al que vamos a acampar. Montamos las tiendas en un llano a unos 3.000m, punto de confluencia de tres hermosos valles repletos de ganado, pero ahora dejémonos de tonterías que tenemos hambre y toca comer…sardinas ahumadas, salchichón y galletas…que tristeza por Dios…creo que ha llegado el día de sacar el jamón dice desde ese momento mi más mejor y querido amigo Raúl, así que tras una pequeña siestecilla reparadora, entre risas y aventuras montamos fiesta en la tienda astur…sidra, fabada, jamón, chorizos….vale, vale era solo un paquete de jamón, unas almendras y un poco de chocolate, todo ello regado con agua del río purificada con yodo y mineralizada con isostar de limón…pero a nosotros nos pareció un banquete.
Entre tanto, no muy lejos de allí, concretamente al otro lado de la tela de la tienda, una fuerte tormenta de nieve y granizo teñía el paisaje de blanco…
Snow salad.

La tarde pasa volando cuando metes 5 mentes brillantes en una tienda para dos así que sin darnos cuenta, seven thirty… Diner is Ready!!!. Una buena sopa con detodo, galletas y…correcto, no podía faltar el jodido salchichón. Mientras fuera continúa nevando, y nos calentamos con una humeante taza de té, Alexander nos deleita con historias de las montañas del país y aguerridos alpinistas soviéticos.
Las luces se apagan, una pequeña tregua nos permite disfrutar de la suave estampa blanca que nos ha dejado la tormenta, frío en medio del silencio del valle, mi mente no para de imaginar como sería cruzar estos valles en invierno con mis Dynafit…mañana tenemos un largo día…to be continued.

Debido a mi torpeza hay pocas fotos del día de hoy, soy incapaz de correr bajo el granizo sacando fotos...pero lo seguiré intentando.
Vista atrás.

Comienzo de la subida mañanera a Ashu Ter Pass

El pelotón se estira.


El equipo austriaco.

Alexander, de Siberia a Kirgyzstan.

Sarrio de Bakedano and son


Descenso, momentos antes de iniciarse la tormenta de granizo, ya no pude hacer más fotos...tocaba correr.



Ventisca.

Cumbres borrascosas.