En primer lugar lanzar un ¡¡¡Ole tú!!!, y un gran plas,
plas, plas, plas (léase onomatopeyicamente) a los organizadores del evento, por
acogernos con tanta amabilidad, por el esfuerzo demostrado y por una
perfectísima organización, a todos mil gracias.
Y ahora si, vamos al meollo del tema...
A las 5 de la mañana la alarma del Ambit me saca de vete tu
a saber que ensoñaciones, y en el tiempo que tardo en reaccionar para pararlo, otras
dos alarmas de mis compañeros de litera saltan formando una pequeña orquesta en
la habitación nº1 del refugio de Lizara, definitivamente, es la hora. Ropa
sintética, un poco de agua a la cara, un desayuno rapidito, mochila en orden,
zapatillas, 6:00 am, altitud 1.520 m, preparados, listos, ¡esperad, esperad, esperad!, ¡que es
de noche y no hay cintas reflectantes en el camino!, ¡todos a la cama otra
vez!, si ya, ¡que más quisierais panda de vagos, frontales encendidos y a
rodar!...y así, a la luz de nuestras lámparas, comenzamos a gastar suela por las huellas del GR con
rumbo al Collado del Bozo (1.995m), o eso queríamos creer porque no se veía ni torta.
El grupo sale compacto para comenzar a estirarse con las
primeras rampas y formar en poco más de veinte minutos una línea de luces que
serpentea por la empinada ladera. Al llegar al collado en medio de la
oscuridad, comenzamos a intuir un tenue despertar por el este, y en pocos
minutos, camino de la Punta Napazal (2.117m), apagamos los frontales mientras un molesto
viento de norte parece querer hacernos las cosas un poco más difíciles.
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De azul y negro. |
Seguimos la línea del cordal camino de la Punta de Mesola (2.168m),
mientras las primeras luces del día se asoman de forma tímida por la Sierra de Aísa para mostrarnos las bellezas que ocultan los Valles
Occidentales. La pareja estello-casedana formada por Raúl y Susana va por
delante mientras yo hago la goma de forma constante para intentar con poca
fortuna sacar alguna foto decente.
Al comenzar la bajada en busca del primer punto de control y
avituallamiento, vemos algún resbalón, aunque felizmente sin consecuencias...si
es que este primer stin no estaba para slicks. Alcanzamos el punto de control,
un trago de agua y un sándwich rapidito de nocilla y dando zapatilla a buscar
la loma de Aísa.
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Por esos rincones del Pirineo. |
En la bajada hacia Jasa, el recorrido nos deleita con la
silueta de Peña Oroel mientras atravesamos praderas y bosques cargados de setas,
alguno va penando por no llevar una bolsa para ir cogiendo, pero ya se sabe que
“tocar y andar a la procesión na mas lo
fai el gaiteru”.
Tras atravesar Jasa (944m) y cruzar el cauce semiseco del río
Osia llegamos a las calles de Aragües del Puerto (971m), donde nos reciben en la
plaza con una sonora ovación y un reconstituyente plato de pasta que engullimos
con gusto. Reponemos líquidos y nos dirigimos a buscar las rampas que suben a la Sierra de Maito, mientras nos animan diciendo que ya solo queda “falsa
bajada”...¡¡mecagüentó con la “falsa bajada”!!, esa primera pendiente después
de Aragües, con la tripa llena y el sol dando lo mejor de si mismo, resultó de
lo más entretenido por no decir otra cosa. Este repecho trajo graves consecuencias
para el grupo satélite de calceneros que nos acompañaban desde el Mesola y que
tras el avituallamiento líquido del Collado de la Cueva, fueron perdiendo fuelle y no
volvimos a verlos hasta Lizara.
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Punto crítico, pesaba la pasta. |
Raúl marca el ritmo mientras me instruye convenientemente en mitología vasca al ver una Eguzkilore***(ver al final), hasta el
punto de control del Collado del Cubilar Mentar (1.757m), donde tomo el relevo
para subir las rampas que llevan a coger la Senda de los Contrabandistas,
último escollo del día que nos dejará, tras el último checkpoint, en el
Collado lo Foratón (2.016m) a los pies del Bisaurín con pista libre hacia el refugio de
Lizara.
La bajada hace que se resientan pies, tobillos, rodillas,
cuádriceps, pero solo pensamos en una cosa...una jarra de cerveza fría con limón,
así que no hay tregua y derrapando por
la pista llegamos los tres al refugio a falta de unos minutos para las tres de
la tarde, entre vítores, aplausos y cencerros al viento, donde nos estaba
esperando una interminable fuente de macarrones, caldo y viandas varias para
recuperar fuerzas...y por supuesto la merecida cerveza para los dorsales 935,936 y 937.
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Primeros pasos con calma...hay que dosificar o tenemos sueño? |
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¿Luciernagas? no, frontales. |
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Llegando al collado en la noche. |
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Misterio en la Sierra de Aísa. |
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Silueteados. |
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Amanece que no es poco. |
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Primeras luces. |
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Despuntar que decía Vital Aza |
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Al galope por el cordal. |
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Nocilla al amanecer. |
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Rumbo a Jasa. |
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Oroel. |
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Refugio. |
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Control mañanero anti alcorces. |
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Segundo Pit Stop |
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Raúl, Susana y los satélites de la calcenada. |
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El próximo año me pido ese puesto. |
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A pocos metros de Jasa. |
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En el cruce. |
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Cauce del río Osia con el Bisaurín al fondo. |
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Por las calles de Aragüés. |
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Susana siguiendo su paso mágico "siempre igual". |
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Collarada, que lejos parecen esos giros con los esquís. |
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Marcando el ritmo. |
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Tras el flaqueo, subida "Five Stars" o lo que es lo mismo, pindio de coj.... |
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Senda de los contrabandistas. |
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Last check point |
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Agüerri. |
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Raul y Susana hacia el Collado de Lo Foraton. |
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Bisaurín. |
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Los integrantes de la VII Ascensión Solidaria de Acción contra el Hambre descendiendo del Bisaurín. |
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Collado Lo Foratón. |
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Llegando al Refu, un vistazo de la primera parte de esta mañana. |
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Resting en Lizara. Prueba superada. |
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Perfil de la marcha realizado por la organización. |
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Mapa de ruta. |
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Eguzkilore.
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Y ahora viene cuando la matan...un asturianu contando mitología vasca...ya verás como me llueven palos de algún sitio.
***EGUZKILORE
«Hace miles y miles de años, cuando los hombres empezaban a poblar la tierra, no existían ni el sol ni la luna y los hombres vivían en constante oscuridad, asustados por los numerosos genios que salían de las entrañas de la tierra en forma de toros de fuego, caballos voladores enormes dragones...
Los hombres, desesperados, decidieron pedir ayuda a la Tierra.
-Amalur (madre Tierra)-le rogaron-te pedimos que nos protejas de los peligros que nos acechan constantemente...
La tierra estaba muy atareada y no hizo caso a los hombres, pero estos tanto y tanto insistieron que al final les atendió:
-Hijos míos, me pedís que os ayude y eso voy a hacer. Crearé un ser luminoso al que llamaréis Luna.
Y la Tierra creó la Luna.
Al comienzo, los hombres se asustaron mucho y permanecieron en sus cuevas sin atreverse a salir, pero, poco a poco, fueron acostumbrándose.Al igual que los hombres, los genios y las brujas también se habían atemorizado al ver aquel objeto luminoso en el cielo pero también se acostumbraron y no tardaron en salir de sus simas y acosar de nuevo a los humanos.
Acudieron una vez más los hombres a la Tierra.
-Amalur -le dijeron- te estamos muy agradecidos porque nos has regalado a la madre Luna pero aún necesitamos algo más poderoso puesto que los genios no dejan de perseguirnos.
-De acuerdo, crearé un ser todavía más luminoso al que llamaréis Sol. El Sol será el dia y la Luna, la noche.
Y la Tierra creó al Sol.
Era tan grande, luminoso y caliente que los hombres tuvieron que ir acostumbrándose poco a poco pero su gozo fue muy grande porque, gracias al calor y a la luz del Sol, crecieron las plantas de vivos colores y los árboles frutales. Y, lo que es aún más importante, los genios y las brujas no pudieron acostumbrarse a la gran claridad del día y desde entonces sólo pudieron salir de noche.Otra vez fueron los hombres a ver a la Tierra.
-Amalur -le dijeron- te estamos muy agradecidos porque nos has regalado la madre Luna y la madre Sol pero necesitamos aún algo más porque aunque durante el día no tenemos problemas, al llegar la noche los genios salen de sus simas y nos acosan.
Nuevamente, la Tierra les dijo:
-Está bien. Voy a ayudaros una vez más. Crearé para vosotros una flor tan hermosa que, al verla, los seres de la noche creerán que es el propio Sol.
Y la Tierra creó la flor Eguzkilore (Flor del Sol) que hasta nuestros días defiende nuestras casas de los malos espíritus, brujos, lamias, genios de la enfermedad, la tempestad y el rayo.»