ACUCAR: En Asturias, espiar, mirar a escondidas.

martes, 25 de diciembre de 2012

Nepal. Día 9. Puiya - Pakding




19 de octubre. Hoy la rutina mañanera está condicionada por la distribución del Lodge, sales del saco y para acceder a cualquier otra zona tienes que pasar por la calle, y os aseguro que a 2.700 m a las 6 y media de la mañana no hace precisamente calor, pero ayuda a despejarse. Rbkina se ha despertado con un tobillo hinchado, parece un esguince leve víctima del resbaladizo camino de ayer que provocó más de un resbalón, pero nadie dijo que esto fuera fácil y a luchadora no la gana nadie, así que le aplico un pequeño masaje con voltarén y a funcionar.
Parece que hoy tenemos los hados en contra y nos hacen esperar por el desayuno hasta el punto de que salimos los últimos de Lodge, pero esto es Nepal y el estrés se quedó en Navarra así que…no problem.
Nos dirigimos hacia Pakding también situado a 2.700 m, sobrevolando valles y montañas vamos en camión a cumplir nuestra misión, por un camino rompe piernas en el que constantemente estamos subiendo o bajando a algún sitio, siempre siguiendo el curso del Dudh Koshi Nadi.
Por el valle del Dudh Koshi
Nos encontramos muy próximos a Lukla, la aldea en la se sitúa el poco tranquilizador aeropuerto de montaña que mucha gente utiliza para acceder a la zona evitando así 6 días de trekking desde Jiri, 6 días que además de resultar muy recomendables para afianzar gradualmente la aclimatación, te muestran de forma fehaciente la realidad que esconde un país como Nepal lejos de la aglomeración y occidentalización de las rutas más transitadas. La mañana es buena y están despejados los pasos montañosos entre Lukla y Katmandú, por lo que el trasiego de avionetas es constante, hay que aprovechar estos momentos antes de que las nubes provoquen las temidas y tan habituales cancelaciones, cruzamos los dedos para nuestro regreso, pero aún queda mucha suela por gastar antes de eso.
Aterriza como puedas, by Yeti Airlines
Seguimos el camino acompañados del grupo habitual, chortens, puentes colgantes, niños, cuando poco antes de Chheplung notamos que algo ha cambiado de golpe, alcanzamos el sendero que desciende de Lukla y rápidamente comprendemos lo afortunados que hemos sido durantes estos últimos días, oleadas de trekkers con sus mochilas, trenes de yaks cargados de material, expediciones que van y otras que vuelven, ya nada volverá a ser igual…¡Bienvenidos al circo del Khumbu!
Entrando a Chheplung
En Chheplung nos detenemos a comer en el Norbu Linkha Lodge, donde casualmente su dueño nos explica que trabajó de sherpa en la primera expedición Navarra al Everest y cuenta con humildad que el llegó “UNICAMENTE” hasta el famoso collado sur, campo 4 a 8.000 m, casi na…
Tras la ración de hidratos en forma de Chomins y la de glucosa en forma de Twist, continuamos camino por nuestro particular sube y baja y adelantamos a un freak group de unos 10 chinos recién bajados de la avioneta de Lukla, con cara de no distinguir entre el Everest y el Museo del Prado, cámara Nikon tamaño paparazzi, misma chaqueta tope gama, idéntica mochila full equipe y caminando como patos con sus botas rígidas de estreno, se llaman unos a otros sorprendidos señalando nuestras zapatillas…¡gente con zapatillas en el Himalaya!,¡que atrevidos!...a estos nadie les ha explicado todavía que si aparece el Yeti solo te queda correr…el camino ya no es lo que era.
Poco después de las dos de la tarde llegamos a nuestro destino de hoy, Pakding, y nuestros esquemas se rompen un poco más, en la calle central de la aldea, por donde pasa la ruta principal, hay un pool bar con happy hour y un poco más adelante un reggae bar en el que están poniendo música en euskera, creo que durante este viaje nunca voy a dejar de sorprenderme.
Nos alojamos en el Tibet Guest House de nuestro amigo Barrilete, es pronto y todavía hay buena temperatura, así que pese a que la ducha está en la calle, nos damos una buena pasadita por agua para quitarnos un poco la mugre, nos queda poco para tener que olvidarnos de las duchas. Mientras realizamos unos estiramientos en la terraza del lodge, intentamos rehidratarnos con una cervecilla con sprite (si ya se que es una mezcla rara pero no había limón) de 5,5 €, el precio de los caprichos a 2.700 m. Después Rbkina y yo, que nos resistimos a creer que el mundo cambie de forma tan radical en 18 km, decidimos cámara en mano, darnos un pequeño paseo por el pueblo. Al salir de la calle principal la cosa cambia, o mejor dicho no cambia, las pequeñas tiendas y pubs destinados a turistas dan paso a las casas de siempre en las que miseria y pobreza comparten colchón y  los niños corretean entre gallinas y ropa tendida al sol, la vida real de la sociedad nepalí esta escondida a cinco metros del Reagge Bar.
Caperucita rosa
De vuelta en el Lodge, nos llevamos una grata sorpresa ya que por primera vez desde hace una semana hay opción de comer un poco de carne, tanto caminar desgasta y todos le hacemos ojitos a un trozo de pollo a la brasa que nos sabe como el mejor manjar del mundo…eres un crack barrilete.

El tobillo de Rbkina ha aguantado bien el día, pero continúa hinchado, voltarén y mañana será otro día, llegaremos a Namche Bazzar, capital del pueblo Sherpa...to be continued.

Cada día más cerca...
La princesa nepalí y su jarrita mágica.
Family
Podría ser un poste de la luz, podría ser un árbol...o las dos cosas
Nuestro río inseparable
Rbkina p´allí...
...y Edu p´aquí.
Parece que salgo de rezar...pero no, tranquilos...todavía no me ha dado por ahí.
Rbkina y Edu intentando resolver un problema de física cuántica.
Om mani padme hum, in blue


Silencio

Rbkina 2.0. Versión High Mountain.

Que le den por ahí a cierta tarjeta de crédito...esta sonrisa si que no tiene precio.

Rbkina y Krishna crossing river

De espaldas

Pequeño lugar de culto

Los mantras de Budha guían el camino


¿Cinco años de arquitectura? Tontería de carrera...

Cualquier momento es bueno para ser niño.

En algún rincón tan cerca y tan lejos del Reggea Bar

Alas negras, palabras negras.
  
Clothes

Rbkina por las calles de Pakding.

¿Alguien pensaba que estaba de coña?

Kirsnha y Barrilete mano a mano con la factura, atención al detalle de bufanda y chanclas...

martes, 18 de diciembre de 2012

Nepal. Día 8. Nunthala - Puiya



Hoy la etapa se presenta larga y dura, por lo que adelantamos la salida y a las 7:20 de la mañana estamos en marcha. Compartiendo camino con porteadores y trenes de mulas, iniciamos el descenso de aproximadamente 700 m hasta el impresionante puente colgante que cruza el Dudh Koshi Nadi, río que nace en los glaciares de los ochomiles,  y que a su vez es el punto más bajo del Trekking con 1.550 m. Tardaremos poco más de una hora en recorrer este tramo y alcanzar el puente, en el que resulta todo un espectáculo ver cruzar a las mulas.
Un tren de mulas cruzando el puente colgante.
Superar el punto más bajo del Trekking tiene sus inconvenientes, ahora toca subir y bastante. El ascenso desde el puente es duro y no ofrece ninguna tregua, 500 m de empinadas cuestas e indomables escaleras, hasta alcanzar los 2.000 m a los que se encuentra Kharikhola. Poco antes de llegar a la aldea, cometemos el error de pararnos a comer en un Lodge, en el cual, con un ritmo caribeño sin igual, nos hicieron esperar más de hora y media para servirnos la comida, y para colmo era bastante mala, pero que le vamos a hacer c´est la vie.
A partir de aquí el camino abandona nuestro habitual rumbo este y realiza un brusco giro hacia el norte, en busca de tierras más altas, y se convierte en una montaña rusa estrecha y resbaladiza, en el cual para salvar los aproximadamente 700 m de desnivel que existen entre Kharikhola y Paiya, se acumulan más de 1.200 de subida, pasando por cotas cercanas a los 2.900 m. El cielo está cubierto, la niebla ronda cerca y hay como una especie de bruma constante, mal día para las fotos.
El estrecho valle fluvial del Duhd
A medida que el sendero va ganando altura dibujándose sobre el margen derecho de este marcado valle fluvial, las vistas van ganando enteros con inclinadas laderas e impresionantes cascadas que caen de forma vertiginosa hacia la línea que adivinamos sea al río, a más de mil metros por debajo de nuestros pies.
Pintorescas casas, porteadores, niños, mulas, puentes y algún pequeño monasterio, condimentan el camino, mientras intento compartir experiencias en la lengua de Shakespeare con un  alegre Neozelandés, creo que vamos servidos estos días de listening and speaking en múltiples acentos.
Poco después de las tres de la tarde llegamos a Puiya, una pequeña aldea situada a 2.730m en la ladera este del valle, donde nos alojaremos en el Bee Hive, un simpático Lodge, en el que las habitaciones son como pequeñas casas con puertas de colores alrededor de un jardín. El frío es patente, y su sensación se incrementa con la humedad que nos trae la niebla que poco a poco está cubriendo el valle. Hoy Uddahv lleva bastante retraso, más de una hora, por lo que entre eso y que las duchas están poco menos que en la calle, abortamos operación ducha, y nos tomamos un té caliente mientras disfrutamos de un poco de lectura.
Stoner, el guía de Edu, aparece varias horas después, en medio de la noche cuando ya estamos cenando, un día se queja de catarro, otro de un tobillo, otro de no se qué, todos creemos que el problema es que el hombre es muy mayor para estas aventuras. Ya está decidido que mañana abandone el trekking y se quede en Luckla donde podrá coger una avioneta que le devuelva a Kathmandú, y Edu se quedará con nosotros dos.
La anécdota del día. Coincidimos en el Lodge, con una famila de tejanos de Texas, y el cabeza de familia, de unos 55 años, grande como un mundo y como no, con su sombrero de cowboy, tenía que demostrar que era tejano…y lo demostró. Haciendo gala de su hombría pidió durante la cena unos chiles, a lo cual muy amablemente le respondieron que únicamente tenían lo que ellos llaman killer chily, y que eran demasiado picantes, que sólo se utilizaban para cocinar, que no se podían comer así, bla, bla, bla….pero es que yo soy de Tejas y eso para mí son mariconadas así que tráeme el puto chily de una vez (me he tomado ciertas licencias en la traducción de la conversación al castellano). Dicho esto, de la cocina le sacan un pequeño plato como de postre, con un par de chiles cortados, Walker Texas Ranger coge el trozo más grande y se lo mete directamente a la boca y oh! Sorpresa, killer chily casi hace honor a su nombre…poco más y tenemos que llamar al 112, toser, escupir, gritar, enrojecer, arder, beber, saltar, caminar, llorar, salir…no se si se me ocurren más verbos…ah si….reír y mucho, que fue lo que hicimos todos en aquel pequeño salón, a Krishna yo creí que le daba algo del ataque de risa que tuvo.
Tras rociarle el saco a Joseba con nuestra solución de permetrina, a ver si fumigábamos la pulga nepalí que le estaba devorando, nos vamos directos al calor de nuestro Rab, hace frío…y es solo un pequeño anticipo de lo que nos espera…to be continued


Un paseo hasta la fuente más cercana.

El río Dudh Koshi Nadi, con sus frias aguas de glaciar.


De paseo.

Sonreir es el deporte nacional.


Cuando los niños tienen que trabajar...

...algo no estamos haciendo bien.

Engalanadas de domingo.

Ancho de la finca = ancho de la pareja de animales.



Curiosa forma de señalar un vertedero

Kharikhola

¿Una casa de madera?, ningún problema, ahora mismo le envío el pedido...

No hay tregua

Se respira paz y tranquilidad.

Monk

Haciendo el homework del cole.

Los porteadores también transportan el forraje de los animales a los zonas más altas..

Trabajo de hoz.

Amigas para siempre, means you´ll always be my friend..

Cuando el camino se estrecha entre un precipicio y una pared, estos hombres caminan de lado.

Rbkina marcando el ritmo camino de Puiya.

Hoy no puede ir a jugar porque tiene que trabajar, mañana también, medítalo.

El bosque encantado.


Nuestro Lodge en Puiya...que las puertas de colores no os engañen, sigue siendo un lodge.

Siempre nos quedará el comodín de la llamada...